Era un incrédulo del coaching porque aparecían coaches de la nada a mi alrededor. Personas que no sabían gestionar sus equipos ahora eran coaches.
Todas estas suposiciones han cambiado desde que he realizado sesiones de coaching con Israel. La manera en que me lo presentó me sedujo al instante, supongo que por la calidad humana que desprende, pero también por la serenidad que transmite.
En la primera sesión ya experimenté un viaje a mi interior para enfocarme en aquello que quería ser. De forma sencilla, él me ayudó con ‘aparentes’ simples preguntas, a conseguir fijarme en aquellas cosas que hacía tiempo quería mejorar y en aquellas que desconocía, pero estaban dentro de mi.
Recomiendo a cualquier persona que desee obtener su mejor versión, iniciar sesiones de coaching con Israel, ya que tendrá la sensación de avanzar diariamente y de una forma muy rápida.
Quería que un empleado mío mejorase su rendimiento en mi empresa y decidí contratar unas sesiones de coaching para él y comprobar su eficacia. El resultado fue inmediato. Observé con sorpresa, que mi empleado empezaba a tomar la iniciativa y hacía propuestas personales para prestar un servicio de mejor calidad a mis clientes. Noté que se había producido un cambio tan rápido y efectivo, que yo también quise innovar y le pedí a Israel sesiones específicas adecuadas a mi responsabilidad.
Necesitaba tomar una decisión organizativa importante pero tenía que superar los miedos y las dudas que me asaltaban. Me ayudó a verlo claro, me quité la venda de los ojos y dejé de tener tensión. Me quedé muy satisfecho con la decisión que había tomado porque sopesé todas las opciones que tenía, con un realismo de la situación muy alto. No pensé que fuera a tener mi propio coach pero Israel me inspira optimismo y me contagia la seguridad que tiene en sí mismo.
Israel, es de esas personas que desde el primer momento te transmite esa paz y serenidad que necesitas, escucharlo es escucharte a ti también. Pocas veces lo hago yo conmigo y la verdad es que ha sabido cómo guiarme para que yo sola encuentre mi camino y no quiera apartarme de él. Es una persona excepcional que empatizó desde el principio conmigo.
En mi coaching reforcé la confianza en mí misma. Aprendí a no poner límites a todo lo que yo no creía capaz de hacer. Lo que más me ayudó fue aprender a escucharme a mí y saber lo que realmente me hace feliz, sin tener tanto en cuenta lo que opinen los demás. Sólo así conseguiré mis sueños: teniendo claro lo que quiero y no apartando mi mente de ese objetivo. Aprendí a relajarme y serenarme, y también a valorar previamente las situaciones que se me pueden plantear sin explotar, para buscar soluciones ante lo que acontezca. Valoro mucho más lo que tengo, lo afortunada que soy. Pero lo que más...me valoro mucho más a mí y lo que quiero ante todo: ser feliz.
Ese es mi mayor triunfo: voy a ser Súper Feliz, lo sé..
He asistido a varias conferencias de Israel Ponce. A la última que fui, había tanta gente que le tuvieron que cambiar la sala para poder dar cabida a todos los asistentes. No me extraña, ya que la manera de transmitir sus conocimientos es tan clara y precisa, que cada vez más personas se interesan por escucharle.
Estuve en un curso que impartió que se llamaba ACTITUD PERSONAL POSITIVA y se lo recomiendo a todas las personas que quieran saber más de sí mismas y quieran evolucionar de una manera diferente.
El método que empleó en el curso me encantó porque los contenidos los asimilamos practicando. Fue un día en el que, además, me divertí por el dinamismo y la familiaridad con la que expone. Compartí cosas muy interesantes con el resto de las personas que fueron. Es una experiencia que vale la pena vivir.
Gracias por compartir tu profesionalidad con los demás.
Mi escepticismo inicial no me impidió tomar la decisión de recibir unas sesiones de coaching. Mi principal motivación fue mi creciente preocupación de los últimos tiempos de mi situación a nivel profesional. Mi alto nivel de responsabilidad, la continua toma de decisiones importantes y la mala situación económica general, me generaba cierto estrés e incertidumbre en el día a día en mi empresa.
Mis temores se diluyeron rápidamente en la primera sesión. Enfocamos todas las sesiones a buscar vías de mejora de mi situación en la empresa. El buen hacer de Israel se basa en su excelente trato y confianza, de una forma natural y sin transmitir ninguna sensación que te lleve a la incomodidad o a andar por caminos que no quieres explorar. En mi caso resultó muy positivo el poder contar con esta visión externa, libre de prejuicios, que me ayudó a analizar diversos puntos de mejora de mi situación profesional. No es que yo desconociera esos posibles puntos de mejora, pero si es cierto que te ayuda a analizar de forma más exhaustiva las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos, a sopesar las posibles consecuencias de cada decisión sin ningún tipo de prejuicio o influencia interesada, y por tanto, te ayuda a adquirir ciertos compromisos contigo mismo.
La confianza que te transmite Israel es muy importante a la hora de realizar el seguimiento de los compromisos que adquieres. Recomiendo la experiencia.
Llevaba un tiempo dándole vueltas a mi presente laboral y decidí darle una oportunidad al coaching. Israel me hizo pensar en las posibles soluciones en vez de estar centrado en mis preocupaciones, es decir, cómo concretar y no divagar a la hora de enfocar un problema. A veces, nosotros mismos tenemos la respuesta pero necesitamos personas como él, que nos vayan guiando hacia esa acción o pensamiento, que por miedo o lo que sea, no queremos o podemos ver.
Descubrí una técnica para combatir esos momentos de duda por la que todo comercial pasa cuando se enfrenta a desconocidos. Tengo más presente que son pensamientos creados por mí y que no tiene fundamento pensar que los demás me están juzgando.
Me inspiró una gran confianza desde el primer minuto, así que me interesé por sus conferencias. Más tarde también asistí a uno de sus cursos y disfruté mucho de la manera de expresar su experiencia y de los ejercicios que diseñó para hacernos trabajar, tanto en grupo como individualmente. Israel es de esas personas que sienten y disfrutan con lo que hacen y poseen un don natural para comunicar. Con la honestidad que transmite, hace que las personas se puedan relajar y confiar en él sus inquietudes. Es un gran coach.
Por comodidad, recibí sesiones de coaching a través de Skype. Este proceso de mejora me aportó el tomar conciencia del valor del tiempo y su control. De este modo, y desde la sencillez, he adaptado satisfactoriamente mi agenda personal y profesional día a día. Me ha servido para tener una visión y autoreconocimiento en el camino hacia mis logros profesionales.
También tuve la ocasión de asistir a una conferencia de Israel, en la que ví que su corazón va impregnado en cada cosa que dice. Su implicación en los derechos humanos se ve reflejado en sus palabras, y esa mágica unión con el mundo profesional, lo hace único y diferente. Lo asocio a dinero feliz, objetivos profesionales con conciencia.
Por su capacidad empática genera un carisma especial natural y lo recomiendo por su aplicación del coaching en su esencia, es decir, preguntas directas y de calidad. Su pasión y energía, bien canalizada, se nota desde el primer segundo que te dice Hola!! por Skype.
Comencé mis sesiones para mejorar en la gestión de mi negocio. Lo cotidiano me absorbía tanto que no podía ver alternativas. Tras varias sesiones que se prolongaron a lo largo de dos meses, Israel me conducía a buscar soluciones a los problemas que tenía. Lo mas difícil fue definir cuáles eran mis metas y prioridades.
Sé que en cualquier negocio hay que organizarse y plantear nuevos proyectos, y una vez organizado volver a replantear y reinventarse. En todo ello, mi coach personal fue un gran apoyo. Casi sin hablar, me hacía reflexionar sacando lo positivo y práctico de cada decisión que tenía que tomar. Las tomé e hice los cambios que tanto me costaba realizar viendo opciones y puntos diferentes. Elegí lo realmente importante para lograr mis objetivos.
Con mi testimonio quiero agradecerle el esfuerzo y esa aura de energía positiva que siempre le acompaña, para que otras personas tengan la oportunidad de beneficiarse de su trabajo, como lo hice yo.
Gracias, Israel, por guiar mi negocio con energía.
